El microbolómetro es el "ojo" de tu cámara térmica. A diferencia de las cámaras normales que captan luz visible, el microbolómetro es un sensor diseñado para detectar radiación infrarroja (calor).
¿Cómo funciona?
Un microbolómetro se compone de una matriz (grid) de pequeños píxeles. Cuando la radiación infrarroja golpea estos píxeles, estos se calientan. Ese cambio de temperatura altera su resistencia eléctrica, lo cual se traduce en una señal de vídeo que ves en la pantalla.
Lo más importante es que los microbolómetros modernos son no refrigerados. Antiguamente, las cámaras térmicas necesitaban sistemas de enfriamiento criogénico (muy caros y ruidosos). Hoy en día se usan en equipos de vigilancia ultra potentes. Gracias al microbolómetro moderno, puedes tener un visor térmico que enciende en 3 segundos y cabe en tu bolsillo.
Resolución del Microbolómetro
Igual que en una TV, cuantos más píxeles, mejor definición:
- 384x288 píxeles: Resolución estándar. Suficiente para detectar animales de masa corporal de 80kg hasta 1000 metros e identificarlos en función del aumento óptico que tenga el dispositivo a partir de 300m. Excelente relación calidad-precio.
- 640x512 píxeles: Alta Resolución. Ofrece una imagen mucho más nítida, permite usar más zoom digital sin que la imagen se pixele tanto y ofrece un campo de visión más amplio. Es la elección del observador más exigente.
Actualmente, en el mercado ya disponemos de sensores de 1280x1024 píxeles, donde las imágenes son de más alta calidad. Hay que tener cuidado con estos dispositivos porque son muy potentes, pero aún están un poco descompensados con respecto al nº de aumentos ópticos que aportan.
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